Lic. María Soledad Graglia
La maravillosa frase del filósofo vienés Ludwig Wittegenstein, “el mundo es lo que ocurre y lo peor sería considerar que lo que ocurre es un error”… impresiona como todo un desafío a nuestro pensamiento y nuestro despliegue profesional. La profusión de las pantallas es un hecho. La vida cotidiana en la actualidad se trama, también, con ellas, desde ellas y a través de ellas, según el caso. Por lo tanto considerar estos nuevos fenómenos exclusivamente como de potencial patologización, o de ataque a la imaginación y la creatividad propia del niño o de exacerbado narcisismo o de grave exposición del yo configuran una inapropiada y reduccionista manera de considerarlos. Este trabajo se propone indagar esos escenarios y su impronta en los pliegues de la subjetividad desde una perspectiva multidimensional.